blog

blog

miércoles, 26 de enero de 2011

Pluma a pluma

Hoy los barbudos han invadido el barrio con tractores quitanieve ¡Lo están chafando todo! Yo les grito por la ventana: -¡Gamberroooos, idos a ensuciar la nieve a vuestra casaaa!- Pero ellos, como quien oye nevar.

Vistió la noche, copo a copo,
pluma a pluma,
lo que fue llama y oro,
cota de malla del guerrero de otoño
y ahora es reino de la blancura.
¿Qué hago yo, profanando, pisando
tan fragilísimo plumaje?
Y arranco con mis manos
un puñado, un pichón de nieve,
y con amor, y con delicadeza y con ternura
lo acaricio, lo acuno, lo protejo.
Para que no llore de frío.

                                                                                        José Hierro

viernes, 21 de enero de 2011

White Winter Inc.

Esta noche los estudios Universal han tapizado el decorado que forma nuestro pueblo con una capa de poliespan. Han cubierto de blanco los tejados, los coches, los árboles y las aceras. Hasta le han dado una textura húmeda para que pareciera más real (espero que no se deterioren las fachadas de cartón piedra). También han contratado a cuatro actores secundarios con barba postiza y una pala para que abran traza por las aceras, a tres niños rubios que se tiran bolas de nieve en el cruce y a cinco ardillas que llenan el barrio de huellas blancas. Ahora que ha acabado la jornada y ya han recogido a los barbudos, a los niños y a las ardillas me pregunto quién va a limpiar este desaguisado blanco que han dejado por todas partes.

miércoles, 19 de enero de 2011

Soy un puesto del mercado

Ya no me aguanto más, tengo que decirlo: ¡Un higooooo! ¡Tenemos un higo!
Lo descubrimos escondido entre las dos rayitas de un test de embarazo. Primero se nos reveló a lo semilla de sésamo, en seguida prefirió ser una lenteja, luego se decantó por un garbanzo, más tarde decidió ser alubia y poco después, cacahuete ¡Dónde se ha visto un cacahuete con un corazón latiente! Y en un despiste, ¡zas! ¡Resulta que ahora dice que es un higo! Que diga lo que quiera, pero yo nunca había oído que los higos tuvieran brazos y piernas. Y tampoco ese cabezón tan gordo. Para mí que está disimulando…. Yo le sigo la corriente, pero mientras tanto tejo patuquitos por si un día decide dejar las frutas y verduras y se hace bebé. 



martes, 18 de enero de 2011

Como los caracoles

Hace unas semanas hicimos las maletas, cerramos las puertas y salimos de casa para ir a casa. Y llegamos a casa. Besos, abrazos y una sonrisa gorda. Ayer volvimos a hacer maletas, cerramos aquellas puertas y de nuevo salimos de casa para ir a casa. Y en casa estamos. Con otra sonrisa gorda y tres besos guardados en el bolsillo.