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miércoles, 19 de enero de 2011

Soy un puesto del mercado

Ya no me aguanto más, tengo que decirlo: ¡Un higooooo! ¡Tenemos un higo!
Lo descubrimos escondido entre las dos rayitas de un test de embarazo. Primero se nos reveló a lo semilla de sésamo, en seguida prefirió ser una lenteja, luego se decantó por un garbanzo, más tarde decidió ser alubia y poco después, cacahuete ¡Dónde se ha visto un cacahuete con un corazón latiente! Y en un despiste, ¡zas! ¡Resulta que ahora dice que es un higo! Que diga lo que quiera, pero yo nunca había oído que los higos tuvieran brazos y piernas. Y tampoco ese cabezón tan gordo. Para mí que está disimulando…. Yo le sigo la corriente, pero mientras tanto tejo patuquitos por si un día decide dejar las frutas y verduras y se hace bebé. 



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena pues : )

Neysa dijo...

...y el día menos pensado el higo se vuelve fresco como una lechuga y tierno como un espárrago al tiempo que descubre que ponerse rojo como un tomate "es la pera", sobre todo si esto se debe al contacto de un lindo ser con piel de melocotón...

pepime dijo...

bombón de melón, nuestro higo ya es todo un platanito! (o más bien bananita)