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lunes, 2 de agosto de 2010

Capítulo Pi. Donde se relata la breve y desafortunada historia del flamante y terso balón de volley playa y su fatal desenlace en la jungla urbana neoyorkina, junto con otros no esperados sucesos de feliz acontecer

(En el siglo diecisiete sí que sabían poner títulos)

El sábado nos compramos un balón de volley playa. Flamante cual coche de bomberos, de color rosa princesita, que es lo que somos Nacho y yo. Liso, brillante, terso (también como Nacho y como yo).
El domingo lo estrenamos con Gema y Jose en Central Park. Ya en la calle seguíamos jugando, contras las advertencias del sensato y prudente Nachito Grillo, cuando en una mala recepción…¡No! (balón carretera), ¡Nooo! (autobús viniendo), ¡NOOO! (autobús muy cerca), ¡¡¡NOOOOOOOO!!! (balón pum).
Hoy, para compensar, ha llamado un señor a mi puerta trayéndome la cartera que perdí hace un mes. Y mira, me han entrado esperanzas con esto de la compensación universal…He pensado en ir a tirar el balón de baloncesto al río…a ver si luego viene la vecina de al lado a devolverme la bici que perdí en el ferrocarril hace dos años.


(¿Y a Tom Hanks le duró cuatro años el señor Wilson?)

4 comentarios:

Conchita dijo...

Lo vuestro puede definirse simplemente como un "reality show". En cambio lo de Tom Hanks, eso si fue una aventura, es de película...

pepime dijo...

un reality show?: una jungla es lo nuestro! http://conquistandoloinutil.blogspot.com/2010/07/wild-east.html

palma dijo...

Jajajajajaja
Vigila al tirar el balón de basquet no te llegue la tienda!!!!
Oye,y crees que si tiras un trozo de sandía por la ventana aparecere yo?

Neysa dijo...

hablando de títulos A.A.Minle no se quedó corto en su libro "El Osito Winnie Pu" (por cierto muy recomendable, jejeje)
vease por ejemplo "En el que conocemos a Winnie Pu y a algunas abejas y comienzan los cuentos"...
;)